La fibra de sisal cultivada en Brasil, también conocida como Agave, es de la especie A. Sisalana y es un vegetal eminentemente tropical. De esta forma, existen pocos plantíos comerciales de esa planta fuera de este ambiente. 

 

Por su resistencia a las sequías prolongadas y elevadas temperaturas, el sisal se bien adaptó al clima tropical semiárido del Nordeste de Brasil. En esta región, el clima es cálido y hay gran intensidad de luz, lo que favorece el desarrollo de la planta. Por esa razón, el Nordeste brasileño es la única región productora de sisal en todo el país, ya que presenta las condiciones propicias para el cultivo del sisal.

A partir de la exploración de la hoja del sisal se origina el grueso de las fibras duras producidas en el mundo y Brasil es el mayor productor mundial de ese tipo de fibra, superando las 80.000 toneladas anuales.